Originaria de El Alto de Guadalupe, criada en una familia tradicional, mamá, papá y un hermano mayor, Olga Zuñiga nos cuenta su historia de vida, actualmente es una mujer que se desempeña en un puesto poco común para su género, como bombera técnico en rescate, con una experiencia de 2 años de voluntaria y 13 años ya como bombero permanente, vecina de Coronado y una orgullosa madre de dos varones uno de diez años y otro de siete, “ellos son mi núcleo familiar directo, por los que vivo”.
Mi trabajo, mi pasión
“Desde muy pequeña me encantó el tema de las emergencias y ayudar a los demás”, en segundo grado de escuela Olga ya era parte de la “cruz verde”, con 12 años se enlistó como voluntaria de la Cruz Roja y apenas tuvo la edad ingresó a la Universidad de Costa Rica (UCR), a estudiar el Técnico de Emergencias Médicas, y fue ahí donde conoció varios bomberos que la incentivaron a ingresar como voluntaria del Cuerpo de Bomberos, “en la primera reunión de voluntarios supe que era donde quería estar el resto de mi vida”.
Con dos años de ser voluntaria pasó al área de temporales (cubría vacaciones o incapacidades de otros bomberos) para posteriormente lograr su meta, al área de permanentes, y ser la primera mujer en integrar de manera permanente la Unidad Operativa de Emergencias Médicas y Rescate.
“Mis conocidos y familia creyeron que estaba loca” (sonríe). Decían que este trabajo era muy duro y que era difícil que lo lograra. Pero con el tiempo aceptaron la idea y hasta me volví el orgullo de mi bisabuelita que le gustaba alardear que “su bisnieta manejaba el camión de los bomberos”.
Entre las labores que desempeña está la conducción de la unidad, el rescate de personas que están en riesgo de cualquier tipo como en las montañas, en inundaciones, en accidentes de tránsito, en estructuras colapsadas, en incendios, entre otros; además brinda atención médica prehospitalaria a las personas que lo requieran por acción de una enfermedad o un accidente.
“Estoy muy feliz desde hace 13 años. Laboro jornadas de 24 horas de trabajo con 24 horas de descanso. Debo alternar mi tiempo entre mis hijos y mi trabajo”, destacó Zúñiga.
“Como mujer me siento orgullosa de tener una familia, mis hijos son todo por lo que me preocupo día con día, que ellos hablen con orgullo de mi es mi compromiso diario, trato de ser su ejemplo a seguir. Además me siento muy orgullosa de ser la primera mujer en integrar de manera permanente la Unidad Operativa de Emergencias Médicas y Rescate y de haberme mantenido en ella ya por más de diez años”.
Una de las experiencias que más han marcado la vida de Olga fue la vez que yo vio claramente la mano de Dios actuar sobre la vida de una paciente que atendió hace unos 5 o 7 años en una colisión en la autopista Florencio del Castillo, donde solo Él salvó esa niña de una muerte segura. ¡Las emergencias con niños siempre son las más duras!
Lo más difícil en todo este camino “ha sido ganarme un lugar de respeto dentro de una sociedad que para aquella época era dominada por hombres. Definitivamente solo con trabajo diario se logró superar ese tema del ingreso de mujeres permanentes al Cuerpo de Bomberos”.
Aún me queda pendiente hacer de mis hijos hombres de bien y respetuosos, no sé si serán bomberos pero si espero que sean felices en sus trabajos como lo soy yo.
Mi consejo es que no se dejen llevar por las opiniones de los demás, si es algo que ustedes quieren hacer háganlo ¡No hay mayor satisfacción que lograr algo que te dijeron que no podrías!, “no hay nada que yo no pueda hacer si me lo propongo, sé que lo lograre”.
Olga Zúñiga Núñez, una mujer sin miedos que enfrenta la vida con positivismo.
Es la mejor bombera que conozco. Su entrega, su don de Madre y su gran espíritu de colaboración cada día la hacen mejor. Afelante Olgui… ni un paso atrás… ni para tomar impulso..
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