por Manuel Mojica
La edición 2018 de Nosotras Women Connecting fomentará el encuentro de cerca de 50 empresas de mujeres emprendedoras en el país mediante un espacio denominado Mercado Nosotras, que se realizará en el primer piso de La Casa del Cuño, en la Antigua Aduana; del 1 al 4 de marzo, entre las 10 a.m. y las 8:00 p.m.
El Mercado es una oportunidad de diálogo y conexión para las distintas emprendedoras que se reúnan en él. Además, brinda la oportunidad a las personas consumidoras de conocer distintas iniciativas económicas lideradas por mujeres.
Cuando adquirimos bienes y servicios, estamos apoyando a la persona o empresa detrás de esa iniciativa, así como sus prácticas y posturas ante distintos temas de interés social.
Cuando muchísimas personas apoyan – es decir, le dan su dinero – a un agente económico; aumentan su poderío económico, lo que equivale a empoderar la forma en que producen lo que venden.
Según Geannina Dinarte – la Ministra de Economía, Industria y Comercio – la mayoría de los emprendimientos en Costa Rica que no logran convertirse en empresas, pertenecen a mujeres. Las mujeres suelen constituir empresas de subsistencia, que las ayudan en su día a día; pero no necesariamente logran conectarse con mercados más grandes ni competitivos.
Es necesario que las instituciones públicas articulen sus esfuerzos con el sector académico, las empresas privadas y las organizaciones no gubernamentales para trabajar de manera conjunta en la potenciación de infraestructura, eficiencia de los trámites legales y las habilidades blandas que poseen las personas emprendedoras.
A su vez, es necesario apoyar las iniciativas en medios de comunicación que retraten las múltiples realidades que pueden tener las mujeres, en vez de encasillarlas en funciones específicas y repetitivas. Estas acciones a nivel sociedad pueden verse potenciadas cuando llevamos este tipo de discusión y prácticas a nuestros círculos sociales.
Por ejemplo, quienes tienen contacto con niñas y adolescentes las pueden empoderar para que estudien carreras en ciencia y tecnología.
También se puede escoger qué tipo de agentes económicos apoyar. El consumo ético no tiene que limitarse a prácticas ambientales, también puede usarse para incentivar las industrias locales, que ayuden a reducir las brechas históricas en nuestro país.